El factor diferencial de los sellos de bienestar animal es la garantía que proporcionan a los mercados y a los consumidores, así como el estímulo que supone para los ganaderos.
La diferencia entre un producto sin sello y otro con él, es que el consumidor que se encuentre ante la decisión de elegir un producto u otro, en el caso del producto con sello de bienestar animal tiene la garantía de que detrás de ese sello hay un protocolo riguroso elaborado por personal científico.
Además, los sellos cuentan con el aval de la Entidad Nacional de Acreditación, que asegura que el protocolo ha sido aplicado en granja por una empresa certificadora supervisada y que en el inicio de la cadena hay un ganadero implicado en la mejora de la calidad de vida de sus animales
Estos factores suponen, por tanto, un valor añadido por la garantía que se confiere al producto en cuestión.